¡Democracia Real Ya!
Dicen que están haciendo historia y tienen razón: el mundo entero mira a la Puerta del Sol de Madrid para saber qué hay de lo nuestro. Emocionante devenir de las protestas ciudadanas a raíz del Movimiento 15-M. Lo escribía el otro día, recordando la sabiduría de El Roto: “Los jóvenes salieron a la calle y súbitamente todos los partidos envejecieron”.
Y a esta resaca electoral, que demuestra el soberbio castigo a unos gobernantes que no pudieron con la crisis económica, se une la magia de la indignación autogestionada. Más de 60 ciudades del Estado han repetido que “no somos mercancía en manos de políticos y banqueros” y que hace falta una “Democracia Real Ya”. Un éxito rotundo, como destacan en su web (http://www.democraciarealya.es/) y como se puede comprobar en el gran ágora instalado en el corazón de la capital. Una convocatoria apartidista, que no apolítica, desbordada por los acontecimientos: el respaldo ha sido masivo, espontáneo, pacífico y ejemplar. Basta dar una vuelta por las plazas de media España para reconocer muchas reivindicaciones compartidas, valorar la organización de los acampados y sentir que otro tipo de sistema es posible. No sé en qué acabará todo esto, por quién doblarán las campanas ni cuánto durará la reflexión colectiva, pero en medio de escrutinios, descalabros, vuelco, parabienes, promesas y la fiesta de la democracia… siempre nos quedará la imagen de los indignados. Una pancarta apuntaba: “Pienso, luego estorbo”.
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