ESTRENOS DEL CINE DE LA SEMANA. LA CRÍTICA DE JUANRA VAQUERO Y MARTA CASALS

NOWHERE BOY. NOTABLE

Primer largo de Sam Taylor-Wood, donde retrata los años de adolescencia y parte de la infancia de John Lennon. Aaron Johnson interpreta a un chico perdido, en busca de su identidad. Y es, precisamente en los acordes donde encontró su forma de evadirse. Vemos en ella a un tipo egocéntrico y con muy mal genio, así como el inicio de los Beattles. Buen guión, buena banda sonora, buena fotografía, poco fidelidad a la realidad, buenas interpretaciones y buen ritmo. Notable.

PEQUEÑAS MENTIRAS SIN IMPORTANCIA. SOBRESALIENTE

Guillaume Canet ha arrasado en Francia (cinco millones de espectadores) con esta película absolutamente genial. Un retrato generacional de los treiteañeros en tono de comedia que mezcla magistralmente el sentimentalismo y el drama. La historia comienza cuando, en un grupo sólido de amigos, uno de ellos tiene un grave accidente de moto. Los amigos deciden irse juntos de vacaciones de todos modos y ahí comienza un relato exquisito sobre las relaciones humanas. Divierte, conmueve, emociona, nos hace cómplices, y nos retrata. Las interpretaciones corren a cargo de los mejores actores galos del momento. Sublime. Así de claro.

 

SENNA. SUSPENSO

Fue un mito de la Fórmula 1. Una leyenda por sus victorias y por su fallecimiento repentino. Pero estos documentales, insistimos, son para la pequeña pantalla. En la grande, en el cine, se ha puesto de moda estrenar documentales. Pero carece de sentido. Este no es su medio. Por eso, volvemos a suspenderlo.

EL CASTOR. BIEN

Es lo mejor que Mel Gibson ha hecho en la última década. Hay que decirlo para empezar. Es la tercera película de Jodie Foster como directora, y tiene cosas interesantes. Parte de la desesperanza total encarnada en su protagonista, un cincuentón amargado y totalmente depresivo que fracasa en su vida personal y profesional. Una noche, borracho, intenta suicidarse en una habitación de un motel de mala muerte, pero ni eso le sale bien. A la mañana siguiente, preso de la resaca y de su trastorno mental, una voz le increpa para que reaccione. Es “El Castor”, una vieja marioneta de peluche que sujeta con su mano izquierda y que desde ese momento se convierte en su mejor amigo y su consejero más crítico. Una especie de Pepito Grillo. Lo rocambolesco de la propuesta es precisamente lo que hace que nos enganche. Hay situaciones muy buenas pero no llega a desarrollar todo el potencial cómico deseable y falta complicidad con el espectador. En definitiva, no está mal por lo diferente y arriesgada que resulta.

BRUTAL BOX. SUFICIENTE

Internet es una herramienta de comunicación que permite acceder a todo tipo de contenidos, en ocasiones con grados de violencia extremos. En “Brutal Box”, Óscar Rojo cuenta una historia de desesperación y violencia con Internet como vehículo para su difusión. Carlos Martín, un hombre que se ha quedado sin trabajo y está desesperado decide crear una web y emitir en directo un vídeo en el que se corta un dedo. El morbo de ver violencia explícita se convierte en un reclamo irresistible que hace que la web sea todo un éxito y que sea un negocio para él. La intención es buena, pero se queda corta. Suficiente.