LA FIRMA DEL MARTES. JORGE GARCÍA PALOMO

Héroes y villanos

Los periodistas ya no son esos personajes del mejor cine que fumaban mientras escribían en la Olivetti alguna exclusiva que removía los cimientos del poder. Ahora solemos estar más domesticados, con notas de prensa y gabinetes de comunicación que orientan nuestras noticias, además de comparecencias sin turno de preguntas o intereses creados que extinguen la independencia informativa. En fin, siempre quedará algún reducto de aire fresco, programas y profesionales formidables.

Y dicho esto, el gremio mediático también peca de convertir héroes en villanos, como hemos podido comprobar en el caso del deporte. Las mejores Selecciones de fútbol y baloncesto de la historia de este país han recibido un aluvión de críticas infundadas, desmedidas y lo suficientemente injustas como para pedir a los compañeros que recapaciten y, aunque vendamos menos diarios, seamos elegantes en la derrota. El ejemplo que nos dio La Roja en el Mundial es inolvidable, la generación de Gasol y compañía... colosal, pero en el juego unos ganan y otros pierden. Y, por favor, si los apoyamos por su valía mientras levantan la copa, también hemos de hacerlo por su legado cuando vuelven a casa con las manos vacías. A las duras y a las maduras.